¿Qué es el Razonamiento?
Al hablar de razonamiento habitualmente nos referimos a la capacidad del ser humano para enfrentar mentalmente un problema o una situación, aplicando la lógica y la experiencia a su resolución y/o entendimiento. En otros casos, nos referimos a las distintas formas que puede tener dicho pensamiento, a partir de los aspectos específicos de la mente humana que intervienen en el mismo. Dicho de otro modo, el razonamiento es un rasgo característico de la especie humana, o sea, capaz de diferenciarnos de los animales. Es un proceso intelectual, lógico, que a través de argumentos alcanza conclusiones, dado un primer conjunto de premisas.
Asimismo, el razonamiento no sería posible sin la existencia de diferentes facultades mentales tales como la capacidad de asociación, la atención, la sensopercepción, la memoria o la capacidad de planificar o inhibir nuestras respuestas tanto a nivel cognitivo como conductual. Así pues si bien es y se considera una capacidad cognitiva no sería posible sin la existencia de otras muchas en las cuales se sustenta. No estamos ante una capacidad básica sino ante una de las capacidades cognitivas superiores o de alto nivel.
Características del razonamiento
En términos generales, de cualquier tipo de razonamiento se espera que permita resolver problemas, extraer conclusiones y producir alguna forma de aprendizaje consciente de los hechos, a través de relaciones causales y lógicas. Esto significa que el razonamiento es voluntario, depende de las capacidades de cada quién y es algo que, dado el aprendizaje adecuado, puede ejercitarse y desarrollarse. Como veremos más adelante, el razonamiento aplica para diversos ámbitos mentales y a través de lógicas procedimentales (metodologías) distintas, según sea el caso.
Elementos del razonamiento
- Las premisas: conjunto de expresiones que afirman o niegan algún aspecto de la realidad y que constituyen el punto de partida para cualquier forma de razonamiento. Las premisas, como las conclusiones, pueden ser verdaderas o falsas, generales o particulares.
- Las conclusiones: son el conjunto de expresiones obtenidas de las premisas, mediante la aplicación de procedimientos lógicos y argumentaciones. Las conclusiones de un razonamiento pueden servir de premisa de otro, y así sucesivamente.
Razonamiento Inductivo y Deductivo
Dos de las principales formas de clasificación del razonamiento son el inductivo y el deductivo. Se distinguen entre sí por el procedimiento lógico, o sea, el tipo de operación formal y argumentativa que implican, para obtener así sus conclusiones.
- Razonamiento Deductivo: implica el uso de la deducción como forma de extraer las conclusiones. Esto es que, dadas unas premisas específicas de tipo general o universal, es posible alcanzar conclusiones de tipo particular e individual, a partir de lo que consideramos cierto a un nivel global. Por ejemplo: si partimos de la premisa de que los perros muerden, y de que nuestra mascota es, efectivamente, un perro, podremos alcanzar la conclusión lógica deductiva de que nuestra mascota es capaz de mordernos. Este procedimiento no siempre es verdadero, claro está, ya que depende enteramente de la validez de sus premisas.
- Razonamiento Inductivo: este razonamiento marcha en dirección contraria al caso anterior, partiendo por lo tanto de premisas particulares e individuales, para alcanzar entonces conclusiones globales o universales. Esto hace de él un modo de razonamiento menos lógico, pero más probabilístico y por lo tanto más útil para predecir el futuro hasta cierto punto. Por ejemplo, si una persona nos miente una vez, asumiremos que a futuro nos mentirá nuevamente, aunque exista la probabilidad de que ello no ocurra.
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